viernes, 25 de octubre de 2013

¿Cómo NO llevar Tráfico a tu web?

Mucho se habla de cómo llevar tráfico a la web y sobre todo de técnicas para hacerlo, algunas comprobadas y otras sin fundamento, pero todo producto de un deseo: incrementar la exposición de nuestra marca en internet obviamente con fines comerciales.



Pero nunca nos hemos preguntando cómo no llevar tráfico a nuestra web, y cuando me refiero a trafico me refiero a grandes números y estadísticas que en so pena pueden hinchar el pecho de muchos pero que si valuamos su nivel de efectividad no genera mucho impacto comercial.

Y es aquí donde entramos en tierras movedizas, por que no solo debemos plantearnos las preguntas sobre el tipo de tráfico y cantidad, que puede mover un producto o servicio, sino por la calidad que pueda estar llegando a nuestro sitio.

En este punto creo no solo se debe plantear el hecho de tener una buena interfaz, una buena programación, publicidad online y presencia en redes sociales, sino un contenido que pese, que genere impacto y que de paso segmente ese mercado que buscamos llegue al sitio, no por un interés somero de un anuncio o por un link en una red sino porque su mensaje le habla al oído y le plantea la solución, el consejo o quizás información que busca ese internauta.

En últimas por primera vez estamos inmersos en un océano de información, y la gente está aprendiendo a conocer que es contenido ocioso, repetitivo o falso, respecto a aquel que tiene valor.

¿Y cuál es el tip o conjuro secreto para saber que contenido y como debe ser presentado al publico objetivo? No es otro que conocer mi marca, mis clientes y el entorno que se mueve alrededor, con un oído atento y una mente abierta a encontrar soluciones a los problemas de nuestros clientes, tanto potenciales como actuales, publicándolos obviamente en toda nuestra maquinaria medial: web podcast, videos, redes sociales y más.


martes, 1 de octubre de 2013

Cuando HOMERO SIMPSON devoró al padre

Es común que al ver la figura redondete, bonachona y estúpida de este personaje no dejemos de reír y encariñarnos con su ingenua y patética conducta. Pero independiente de ser una figura icónica de la animación contemporánea a marcado la imagen de los hombres encasillándolos dentro de un modelo denigrante que a todas luces genera socialmente un comportamiento respecto a la figura del padre de hoy.



La Imagen: El Oráculo de Delfos de hoy

Hoy caminamos inmersos en un mundo donde la imagen lo moldea todo, por eso cuando vemos series como los Simpson nos encontramos en un primer momento con la burla hacia las estructuras sociales que se empezaban a revaluar, y en este punto la imagen con su visión creativa e impactante, creó una percepción que no se había percibido antes, algo que constituía un nuevo orden donde su presencia lo estipularía todo nuevamente.

El poder de la imagen en este caso es encontrar nuestras cualidades y defectos, aclarándonos que tanto estamos cercanos a o lejanos a los ideales que se constituyen diariamente, calificando y descalificando según su percepción, por ello los Simpson irrumpieron y se quedaron en la retina de todos y que mejor ejemplo que homero donde el hombre que potentaba su poder de padre queda destronado al mejor estilo de la tragedia griega y sumido en la estupidez, encadenado por sus deseos y apegado a sus limitaciones.

Homero desde la imagen proyectó el padre moderno y lo encasillo en respuesta a la cultura machista y ponderarte de su figura, deslegitimo su poder y lo redujo a sus deseos infantiles, pero con su proyección critica arrastró y desfiguró al padre de hoy dejándolo en medio de una propuesta inconclusa, donde muchos hombres se pierden creyéndose jóvenes hormonales atrapados en sus obligaciones, pero con la puerta abierta de la imagen para ser un homero al que por mal que le vaya siempre con ingenuidades termina ganando y dándole rienda suelta a sus deseos.

Resumiendo para no alargarme ni caer en juzgamientos, la imagen es poder y siempre lo ha sido, sino que desde dos siglos a hoy, encontró canales que lo magnifican: la televisión, los celulares, el cine, el internet, etc. y es su efecto un evidente proceso que ha generado estudios en cantidad, pero aun cabe averiguar sus alcances en toda la estructura y tramado social, sin que omitamos que la sociedad también genera la imagen como consecuencia de sus necesidades.

Por lo demás debemos ver la existencia de la imagen como presencia desde dos perspectivas:

1. El poder de la imagen que ha moldeado las conductas y las sociedades desde su aparición forzándonos a sus modelos.

2. Y sus efectos dentro de muchas conductas que no se le pueden solo culpar a la presencia de la imagen, pero que es evidente que la burla a las figuras de poder es consecuente con la represión social que le antecedió.

Por Renzo Corredor

El diseñador y sus nuevos roles

Muchos de quienes trabajamos en este medio, nos vemos abocados a tomar roles que de forma diferente nos llevan a labores nuevas y exigentes, pero en ultimas todo diseñador debe tener 5 características que sinteticen un perfil claro y acorde con lo que urge en el medio.


  1. Abierto al cambio: El modelo de negocio cambio, hoy en día se requiere de diseñadores conocedores de su trabajo, pero que siempre experimentan con nuevas formas de comunicarse, con nuevos software y técnicas a la hora de trabajar un mensaje, abordando el concepto de múltiples formas, repensando una y otra vez ya que la imaginación y la creatividad no es un estado inalterable.
  2. Cree en si mismo: Al creer en si mismo sabe de su potencial sin omitir sus debilidades,  respetando su profesión con un valor justo acorde a experiencia y portafolio. Hoy en día noto dos grandes grupos:  el grupo del valle de las lamentaciones: como su nombre lo indica se lamentan de no tener un buen mac, de no tener estudios, de no tener una oficia, de no tener un carro, de no tener clientes, se lamentan por lo que no tienen y no ven su potencial y oportunidades en el mercado, ahora mas abierto y con mas campos de acción que antes; el otro grupo los arrebatados todo en uno, que hacen hasta el tinto, lamen el piso por donde pasa el cliente o jefe y están dispuesto a cocinar, limpiar el baño y planchar la ropa sin importar horario y lugar, todo por un plato de comida. Extremos aberrantes pero que pululan y que debemos erradicar de nuestro oficio.
  3. Actualizarse día a día: El diseñador y comunicador gráfico de hoy no puede esperar a reunir los 5 millones para el diplomado en la universidad mas prestante de la ciudad, al contrario debe estar atento a las ultimas noticias del medio, al comercial premiado, a la campaña mas exitosa del momento, debe revisar tutoriales, escuchar podcast de diseño y mercadeo, inscribirse a news que competan a su perfil,  dejar la pereza y leer un buen libro, ver películas, ir a museos, compartir y asistir a cuanto encuentro haya. El diseñador de hoy no se puede quedar con el diploma y pensar que el 5% que aprendió en la universidad le de para comer, debe ser consciente que su profesión no es un una profesión es un oficio, y un oficio que en el medio se valora por lo que haces y sabes, no con el book de la universidad o  los 3 clientes que tienes,un book que incluya proyecto ingeniosos por su cuenta y arriesgarse a producir para su necesidad creativa.
  4. Oído atento: Sabe escuchar las necesidades del cliente y no pensar que es un títere al que se le dice que hacer, respeta y se pone la camiseta del cliente para sentir su marca, para hacerla latir con su trabajo, siempre creando con su justa medida y pies en la tierra,  no es ofrecerle una chocoaventura un diseño explosivo sin concepto, al contrario escucha la audiencia del cliente, hace que la marca sea apropiada por el cliente y por su target abocando en un efecto positivo de sus ventas.
  5. Sabe expresar su propuesta y venderla ya que al reunir lo anterior sabe de lo que habla y lo que no sabe lo investiga, igual su humildad trasciende en su necesidad de aprender por que nunca se termina de conocer y aplicar lo nuevo.
En síntesis crecer junto con sus clientes y entender que este mundo es cambiante y hay que estar actual y atento a sus exigencias.